San Juan Bosco
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Foto: Fundación San José-Pesé |
(Becchi,
1815 - Turín, 1888) Santo y sacerdote italiano, también llamado Don Bosco[1].
Su niñez fue dura, pues después de perder a su padre, tuvo que trabajar sin
descanso para sacar adelante la hacienda familiar. Se cuenta que aprendió a
leer en cuatro semanas; quería estudiar para ser sacerdote, por lo que tenía
que hacer todos los días a pie unos diez kilómetros (a veces descalzo, por no
gastar zapatos) para ir a estudiar en el liceo de Chieri. Con el fin de pagar
sus estudios trabajó en toda clase de oficios.
Ordenado en
1841 y preocupado por la suerte de los niños pobres, particularmente por su
imposibilidad de acceso a la educación, a partir de 1842 fundó el Oratorio de
San Francisco de Sales. Estableció luego las bases de la Congregación de los
sacerdotes de San Francisco de Sales, o salesianos (1851), aprobada en 1860, y
de su rama femenina, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Tales
instituciones, dedicadas a la enseñanza de los niños pobres (a los que se
formaba en diversos oficios y en la vida cristiana), se desarrollaron con
rapidez gracias al impulso de uno de los grandes pedagogos del siglo XIX.
La orden
salesiana alcanza hoy en día 17.000 centros en 105 países, con 1.300 colegios y
300 parroquias, mientras que el instituto femenino de María Auxiliadora (las
Hermanas Salesianas) posee 16.000 centros en 75 países, dedicados a la
educación de la juventud pobre. Ya en vida de Don Bosco las instituciones por
él fundadas llegaron a reunir más de cien mil niños pobres bajo su protección.
Además de
su labor educadora y fundadora, San Juan Bosco publicó más de una cuarentena de
libros teológicos y pedagógicos, entre los cuales cabe destacar El joven instruido, del que se
llegaron a publicar más de cincuenta ediciones y un millón de ejemplares sólo
en el siglo XIX. El propio santo se encargó también de compilar y editar los
llamados Sueños de Don
Bosco, un total de 159 sueños en ocasiones premonitorios que tuvo a lo
largo de su vida, el primero de ellos a los nueve años de edad.
San Juan
Bosco murió la madrugada del 31 de enero de 1888 en Turín. Durante tres días,
la ciudad piamontesa desfiló ante su capilla ardiente, a cuyo entierro
acudieron más de trescientos mil fieles. Fue beatificado en 1929 y canonizado
en 1934; para su canonización se presentaron 650 milagros obrados por él. Su
festividad se conmemora el día de su fallecimiento, el 31 de enero.
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